Centro de Profesionales de la Acción Católica "SANTO TOMÁS DE AQUINO" de Buenos Aires, Argentina.

20 de diciembre de 2017

¡QUE DESTILEN LOS CIELOS EL ROCÍO!

RORATE CAELI

¡Destilen, cielos, el rocío;
lluevan, nubes, al Justo!



El himno “Rorate Caeli” incluye la antífona que se reza en los días previos a la Navidad. Su texto es sublime y bien vale para una meditación profunda ante el misterio grande de la Encarnación y Natividad del Jesucristo.

Es un cántico de la espera del Salvador, inspirado por profetas y patriarcas.

En Adviento, la liturgia de la Iglesia ofrece una vasta gama de recursos para ayudarnos en esa preparación, incluyendo, entre ellos, el precioso tesoro del canto gregoriano.
El “Rorate Caeli” está considerado una de las más bellas y sublimes composiciones no sólo de Adviento, sino de todo el repertorio litúrgico de la historia del cristianismo.
Sus versos están del libro del profeta Isaías (45, 8), en que se suplica: “¡Que los cielos, desde las alturas, derramen su rocío; que las nubes hagan llover la victoria; ábrase la tierra y brote la felicidad y, al mismo tiempo, ella haga germinar la justicia! Soy yo, el Señor, la causa de todo eso”.
Inspirado en las aclamaciones del Antiguo Testamento para que Dios nos rescate y nos mande al Mesías, el “Rorate Caeli” representa magistralmente el espíritu de súplica y espera del Adviento.
En el enlace de abajo un video con la interpretación de esta maravillosa composición del canto litúrgico cristiano.

https://youtu.be/OCebeoXS_dI

Aquí el texto original en latín, acompañado de la traducción al español.

LATÍN

R/. Rorate Cæli desuper, et nubes pluant justum.

1. Ne irascaris Domine, ne ultra memineris iniquitatis.
ecce civitas sancta facta est deserta,
Sion deserta est, Jerusalem desolata est,
domus sanctificationis tuae et gloriae tuae,
ubi laudaverunt te patres nostri.

R/. Rorate caeli desuper, et nubes pluant justum.

2. Peccavimus, et facti sumus tamquam immundus nos,
et cecidimus quasi folium universi.
et iniquitates nostrae quasi ventus abstulerunt nos,
abscondisti faciem tuam a nobis,
et allisisti nos in manu iniquitatis nostrae.

R/. Rorate caeli desuper, et nubes pluant justum.

3. Vide Domine afflictionem populi tui,
et mitte quem missurus es :
emitte Agnum dominatorem terrae,
de petra deserti ad montem filiae Sion
ut auferat ipse jugum captivitatis nostrae.

R/. Rorate caeli desuper, et nubes pluant justum.

4. Consolamini, consolamini, popule meus :
cito veniet salus tua
quare moerore consumeris, quia innovavit te dolor?
Salvabo te, noli timere,
ego enim sum Dominus Deus tuus, Sanctus Israel, Redemptor tuus.

R/. Rorate caeli desuper, et nubes pluant justum.

CASTELLANO

Destilen, cielos, el rocío;
lluevan, nubes, al Justo.
No te enojes Señor,
no te acuerdes más de nuestra maldad.
La ciudad santa está desierta;
Sión ha quedado arrasada,
Jerusalén, desolada,
la casa de tu santidad y tu gloria,
donde te alabaron nuestros padres.

Destilen, cielos, el rocío;
lluevan, nubes, al Justo.


Hemos pecado y estamos manchados.
Hemos caído como las hojas
y nuestras maldades nos arrastraron como el viento.
Nos escondiste tu Rostro
y nos dejaste con nuestra iniquidad.

Destilen, cielos, el rocío;
lluevan, nubes, al Justo.


Mira, Señor, la aflicción de tu pueblo
y envía al Prometido:
envíanos al Cordero que rige la Tierra,
desde el desierto de piedra
hasta el monte de la hija de Sión,
para que rompa el yugo de nuestra esclavitud.

Destilen, cielos, el rocío;
lluevan, nubes, al Justo.
Consuélate, Pueblo mio, consuélate,
que pronto llegará tu salvación;
¿Por qué te consumes de tristeza?
¿Por qué se renueva tu dolor?
Te salvaré, no temas:
yo soy el Señor, tu Dios,
el Santo de Israel, tu Redentor.



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