DIOS ASCIENDE ENTRE ACLAMACIONES
EL SEÑOR AL SONIDO DE TROMPETAS
(Salmo 46)
El arte gótico tiene una de sus expresiones más destacadas en España en
la Catedral de Burgos. La puerta de su crucero sur (llamada Puerta del
Sarmental) tiene un tímpano que muestra la transición del románico al gótico,
con una imagen que se repite en muchos templos de la época:
Un Dominus Majestatis (o Pantocrator: Cristo Rey y Juez) se presenta en
el centro, rodeado del tetramorfos. Todo el conjunto alude al Apocalipsis, con
el colegio de los Doce debajo, y ángeles, serafines y ancianos que rodean la
escena.
Esta maravillosa representación iconográfica se revela también como
expresión del Señor que está sentado a la derecha del Padre, después de
ascender al Cielo.
El tetramorfos, refieren
a las cuatro formas, que sostenían el trono del Señor en la visión de san Juan
referida en el Apocalipsis: "Había cuatro seres vivientes, tachonados de
destellos, por delante y por detrás: el primero se parecía a un león, el
segundo a un toro, Águila-Juan el tercero tenía cara de
hombre y el cuarto parecía un águila en vuelo ... y cantan sin pausa Santo,
Santo, ..."
Desde los primeros siglos del cristianismo, el tetramorfos ha compartido
varios simbolismos, iluminando antiguos mitos y dándole una nueva lectura iconográfica:
En primer lugar ha sido identificado con los cuatro evangelistas: el
hombre con san Mateo, el toro con san Lucas, el león con san
Marcos y el águila con san Juan.
Por otro lado, para san Jerónimo en el siglo IV, el tetramorfos simboliza cuatro momentos
esenciales de la vida de Cristo: el hombre la Encarnación, el toro la Pasión (el toro era el animal
característico del sacrificio en el mundo antiguo), el león la Resurrección
(según la tradición el león con su aliento y rugido despierta a sus cachorros
recién nacidos), y el águila la
Ascensión.
Finalmente, el tetramorfos realza la majestad de Cristo ya que cada uno
de estos animales predomina entre los de su especie: el águila entre las aves,
el toro entre los animales domésticos, el león entre los animales salvajes y el
hombre sobre todas las criaturas.
El misterio Pascual, que tiene su plenitud en Pentecostés, se manifiesta
en esta Solemnidad de la Ascensión del Señor con toda su fuerza. La Plegaria Eucarística lo
expresa con un texto de gran densidad espiritual:
Porque el Señor Jesús, Rey de la gloria,
triunfador del pecado y de la muerte,
ante la admiración de los ángeles
ascendió (hoy) a lo más alto de los cielos,
como Mediador entre Dios y los hombres,
Juez del mundo y Señor de los espíritus celestiales.
No lo hizo para apartarse
de la pequeñez de nuestra condición humana
sino para que lo sigamos confiadamente
triunfador del pecado y de la muerte,
ante la admiración de los ángeles
ascendió (hoy) a lo más alto de los cielos,
como Mediador entre Dios y los hombres,
Juez del mundo y Señor de los espíritus celestiales.
No lo hizo para apartarse
de la pequeñez de nuestra condición humana
sino para que lo sigamos confiadamente
como miembros suyos,
al lugar donde nos precedió Él,
cabeza y principio de todos nosotros.
al lugar donde nos precedió Él,
cabeza y principio de todos nosotros.
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