EN EL DÍA DE PENTECOSTÉS (24 de MAYO)Y EN LA VISPERA DE LA REVOLUCIÓN DE MAYO EN BUENOS AIRES (25 DE MAYO)
Un breve comentario histórico, a partir de una reliquia heráldica porteña de gran valor.
EN EL DÍA DE PENTECOSTÉS (24 de MAYO)Y EN LA VISPERA DE LA REVOLUCIÓN DE MAYO EN BUENOS AIRES (25 DE MAYO)
Nuestra ciudad de Buenos Aires tiene una ligazón muy estrecha desde sus orígenes con el Espíritu Santo, ya que fue fundada como CIUDAD DE LA SANTÍSIMA TRINIDAD Y PUERTO DE SANTA MARÍA DE LOS BUENOS AYRES.
En este día de Pentecostés y en vísperas de un aniversario de la Revolución de Mayo (hecho histórico profundamente porteño) queremos referirnos al antiquísimo tapiz que preside hasta hoy la sala capitular del Cabildo de Buenos Aires en Plaza de Mayo, bajo dosel de terciopelo rojo.
Este tapiz fue confeccionado hacia el año 1650. Es una de las reliquias históricas más importantes de la ciudad. Más de 350 años en ese mismo lugar nos hablan de las profundas raíces religiosas de nuestra urbe.
En su parte superior se hallan los dos patronos de Buenos Aires NUESTRA SEÑORA DE LAS NIEVES Y SAN MARTIN DE TOURS, Obispo.
En el centro, el escudo imperial de España, correspondiente a Carlos I, con sus reinos:
Rodea el escudo español el Toisón de Oro, del cual pende el escudo de la ciudad de entonces.
Nótese que en este escudo primigenio (con trazos bastantes rústicos) ya se encuentra LA PALOMA y un ANCLA, y debajo unas aguas agitadas, que representan el derrotero de la historia humana.
La PALOMA es símbolo del ESPIRITU SANTO que aletea sobre la Creación y protege a quienes navegan por dichas aguas.
El ANCLA es un antiguo ícono que representa la ESPERANZA (la expectativa por la llegada a buen puerto)
Rodea el escudo el título dado a la ciudad por el rey Felipe V: 'MUY NOBLE Y LEAL CIUDAD DE LA SSMA. TRINIDAD Y PTO. DE STA. MARÍA DE BUENOS AYRES', conferido en 1716 que, cien años después, en las posteriores Invasiones Inglesas (1806) corroboraría con creces en la heroica Reconquista de la ciudad.
El cuadro de la Sala Capitular del Cabildo de Buenos Aires es el testimonio heráldico más importante y antiguo de nuestra Ciudad, y frente a él juraron, el 25 de mayo de 1810, quienes conformaron nuestro primer gobierno patrio.
En siglos posteriores se hicieron nuevos diseños del escudo de la ciudad, pero siempre conservando en su cima la Paloma del Espíritu Santo. Es una pena que haya desaparecido el ancla de estos nuevos isotipos.
En estas vísperas de la Revolución de Mayo y en Pentecostés, pedimos que el Espíritu Santo siga asistiendo con su luz a nuestra querida metrópoli porteña.
(con datos tomados del blog HERALDICA EN ARGENTINA)
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