Centro de Profesionales de la Acción Católica "SANTO TOMÁS DE AQUINO" de Buenos Aires, Argentina.

23 de diciembre de 2015

UNA PUERTA DE DIOS: EN EL AÑO DE LA MISERICORDIA

LA PUERTA SANTA DE LA ENCARNACIÓN


En el Año Jubilar de la Misericordia,
ante la celebración de la “plenitud de los tiempos”
 recordamos a María Santísima
como Puerta, Escalera y Puente de Dios





                En el admirable y antiguo himno mariano conocido con el nombre de Akáthistos, que significa “no sentado” (porque se canta de pie como signo de alegría y alabanza a la Virgen),  encontramos este significativo saludo a la Madre de Dios:

Salve, ¡oh Puerta única por la cual sólo ha pasado el Verbo!

                  En el Año Santo de la Misericordia y ante la inminencia de la Navidad, nos sentimos inclinados a contemplar a la Virgen Madre como la puerta santa que atravesó Dios para entrar en este mundo y derramar sobre él los innumerables tesoros de su gracia.

              A ella, Madre de Misericordia, deseamos saludar con estos hermosos versos del Akáthistos:


Salve, ¡oh Puerta única por la cual sólo ha pasado el Verbo!
Salve, ¡Escalera celestial por la que Dios descendió a la tierra!
Salve, ¡oh Puente que pasas a los mortales de la tierra al cielo!


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