LA EDUCACIÓN FAMILIAR, ESCOLAR Y UNIVERSITARIA ( y también la que ejercen los MEDIOS DE COMUNICACIÓN con su incidencia en la conciencia social) DEBE ESTAR ORIENTADA A HACER APETECIBLE EL BIEN Y DESAGRADABLE TODO DESORDEN MORAL
ANTE EL EMPOBRECIMIENTO POR EL GUSTO DE LO BUENO Y LO BELLO,SE DEBE REEDUCAR EN LA ORIENTACIÓN POSITIVA HACIA EL BIEN Y LA BELLEZA.
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El arzobispo emérito de Corrientes (Argentina) monseñor Domingo Salvador Castagna, en su habitual columna dominical, se refiere a varios aspectos de la educación en la actualidad, a partir de una reflexión sobre el tiempo de Cuaresma.
El pobre clima espiritual de esta Cuaresma 2015 en la percepción social.
El tiempo de Cuaresma es anuncio, encuentro, llamado a la conversión y propósito de responder por parte de quienes son llamados. Es preciso encararlo como a tal y extraer, de sus propuestas, las riquezas espirituales expresadas en la enseñanza evangélica y en los sacramentos. Ese proceso debe darse desde el comienzo. De otra manera no logrará su cometido de fe, como está ocurriendo con muchos cristianos, que aparentan conservar una tenue, casi inexistente, conciencia bautismal.
Tendremos que andar mucho, ya que el destino final del hombre ha desaparecido hoy - como perspectiva de vida - por causa de la existencia del pecado. El mal adquiere dimensiones espectaculares, no así el bien. No porque el bien no entrañe su propio contenido, más apetecible que el mal. El aparato propagandístico contribuye a enfermar más a los consumidores ya enfermos. Les parece aburrida la exposición del bien y, su estado de declive moral, los predispone a dejarse seducir por el mal. De esa situación, bastante generalizada, se aprovechan los personeros del chimento frívolo y de la pornografía.
La educación familiar, escolar y universitaria - y la que ejercen los medios de comunicación, en su incidencia en la conciencia popular - debe estar orientada a hacer apetecible el bien y desagradable todo desorden moral.
Reeducar el gusto por la verdad y la belleza: esfuerzo educativo vigoroso.
La tarea pre-evangelizadora incluye un esfuerzo educativo, a promover en todos los niveles de la enseñanza, que abarque la ciencia, la técnica, el arte y las principales decisiones políticas.
Se ha empobrecido el gusto por lo éticamente bueno y por lo bello. El insólito criterio romano de ofrecer al pueblo "pan y circo", a cambio de su adhesión al poder político de turno, se repite con sobrada frecuencia. El embrutecimiento del espíritu, que avanza sin pausa y pretende aparecer como progreso, se expresa en las preferencias de espectáculos y en el discernimiento para las principales opciones de vida.
La vida no es un conjunto de instintos irrefrenables; en virtud de la libertad, es educable y, por ello, necesita ser guiada por Quien la ha acordado al hombre como don principal. Los términos de esa orientación están escritos en los corazones sanos. Además, en consideración al estado de letargo causado por el pecado, Dios revela su voluntad en Diez Mandamientos, dictados a Moisés.
La centralidad de la Palabra de Dios.
La Palabra de Dios ocupa el centro del tiempo de Cuaresma. Es preciso pasarla al centro de nuestra vida personal, mediante su lectura atenta y su escucha humilde. Es el mismo Jesús quien nos habla. En Él - Palabra Eterna - es Dios que se autorevela al hombre. Lo hace como "Padre que ama al mundo". Perder la oportunidad de conocer a Dios, mediante este gesto de su entrañable amor por nosotros, es una verdadera tontería. El pecado, que está esencialmente calificado como soberbia, ocasiona esa estupidez. Gente talentosa, que - por la soberbia - pierde lastimosamente los dones intelectuales recibidos, se desprende de su orientación al bien y a la verdad. Por ello, necesitamos dirigentes humildes.+
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