Centro de Profesionales de la Acción Católica "SANTO TOMÁS DE AQUINO" de Buenos Aires, Argentina.

21 de febrero de 2015

EL ITINERARIO CUARESMAL: LA PENITENCIA


CUARESMA: TIEMPO DE PENITENCIA



La Penitencia es una palabra muy poco escuchada hoy día, aún en ámbitos eclesiásticos, y también podríamos decir, muy desacreditada de un tiempo para acá.  Algunos ni siquiera han oído hablar de ella. 

Pero … ¿se han fijado a cuántas limitaciones y exigencia se someten los deportistas, por ejemplo, y todos los que quieren lograr alguna meta?  Ejercicios, madrugadas, entrenamientos, dietas, competencias, más entrenamientos, etc, etc.
¿O las disciplinas a que se somete alguna para rebajar de peso:  dietas, ejercicios, masajes, exámenes médicos, cirugías, etc?

Más importante:  Huelgas de hambre para lograr democracia y libertad, en que se pone de veras en peligro la salud y la vida por un ideal.

O sea, para las cosas materiales, sí hacemos sacrificios, nos sometemos a exigencias e incomodidades. 

Pero para Dios y nuestra vida espiritual, eso no hace falta, o hace daño, o es demasiada molestia

En la vida espiritual tenemos una meta:  nuestra salvación eterna. Entonces … ¿qué podemos hacer para mejorar nuestra alma, para lograr nuestra meta final que es nuestra salvación eterna?  ¿Qué podemos hacer para disciplinarnos en la vida espiritual?


* ¿En qué consiste hacer penitencia?

Consiste en oponernos a nuestros deseos, a lo que  nos provoca, a lo que nos resulta fácil, a lo que nos hace sentir bien, a lo cómodo. 

La penitencia nos ayuda a disciplinar las exigencias del cuerpo para quedar más libres para amar más y mejor a Dios, para cumplir sus mandamientos y hacer su Voluntad.

La penitencia sirve para dominar lo material en nosotros, lo que llamamos la carne, para que nuestra parte espiritual quede más libre. Es decir, para que nuestro entendimiento dotado de inteligencia y nuestra voluntad dotada de libertad sean más libres para optar por Dios.

Con la penitencia afirmamos nuestra voluntad para acercarla más a la Voluntad de Dios.


* ¿Cómo hacer penitencia?

La Iglesia habla en este Tiempo de Cuaresma de ayuno.  Significa refrenarnos en las comidas. No significa hacer dietas. Pero también tiene un sentido de ascesis personal buscando una vida más austera y sobria.

Es quitarnos cosas que nos gustan, como los dulces.  O comer cosas que no nos gustan, o comerlas aunque estén frías.  Beber agua natural, si nos gusta fría o abstenernos de los refrescos y tomar agua solamente. 

Pero también hay otros ayunos que no son comida:   de cigarrillo, de televisión, de Internet, de redes sociales y chateo.

¡Qué bien nos haría personalmente y qué bien haríamos dedicando parte del tiempo que pasamos ante el televisor o en internet o en chateo, para orar solos o en familia, en leer y meditar la Biblia con la enseñanza de la Iglesia,  o en hacer alguna obra buena en favor de alguien necesitado de una enseñanza, de un consejo o de una ayuda cualquiera!



El cardenal Juan Luis Cipriani, arzobispo de Lima,
expresaba al comienzo de la Cuaresma del año 2012;




“Este tiempo de Cuaresma es un tiempo fuerte de penitencia, oración y limosna. Son tiempos para desprendernos de tantas preocupaciones y seriamente ponernos delante de Jesús en la cruz”, mencionó el Arzobispo de Lima. 

“Verás como la Cuaresma trae un espíritu nuevo, un corazón nuevo y de esa manera la Iglesia seguirá iluminando con su paz, serenidad y verdad. El Señor está a nuestro lado, especialmente en la Eucaristía”, prosiguió. 

Asimismo, el Pastor de Lima animó a los fieles congregados en la Catedral de Lima a estar muy unidos a Jesús en la Cuaresma.

“No le des al cuerpo todo lo que te pide, en la Cuaresma tenemos días de abstinencia, para limitar un poco ese reclamo del cuerpo que quiere esclavizarte, reclamo del alma que también hay que someterla con la humildad”.

“Al mismo tiempo es una ocasión para practicar la penitencia que te dice: más oración. Te aconsejo: ponte delante de la cruz como hacía San Francisco y pídele a Jesús que te hable y enseñe desde la cruz.

Y la limosna, que no solamente es dar dinero a los demás, sino tantas veces es dar de tu tiempo, de tu corazón, amistad y paciencia, y saber acudir a todos, entre amigos, hermanos y familiares”, reconoció.

También recordó que la vida del cristiano se caracteriza por la lucha contra el pecado.

“La vida es lucha de amor, misericordia y paz. No es contra nadie, es contra la concupiscencia  (inclinación hacia el pecado a causa del pecado original) que está dentro de nosotros, o por la soberbia que a veces te impide conocer las cosas; o contra el amor propio; o contra ese afán de abusar de los demás; o contra la injusticia; o contra el egoísmo”.


No hay comentarios:

Publicar un comentario