En varias entradas próximas de este blog transcribiremos algunos párrafos del libro de Romano Guardini titulado LOS SIGNOS SAGRADOS, que se refiere a algunos gestos y símbolos litúrgicos de siempre, que tienen una gran significación espiritual.
Porque la Liturgia tiene expresiones sensibles que reflejan el valor de lo invisible, gestos y símbolos materiales que nos llevan hacia lo profundo de lo sobrenatural, realidades humanas que nos impulsan a lo divino.
Santiguarse no debe ser un gesto precipitado, que carezca de sentido. ¡No! Un signo de la cruz, un verdadero "signo", lento, amplio, desde la frente al pecho, desde un hombro a otro.
Al trazar la señal de la Cruz sobre tu cuerpo, concentra en ese signo todos tus pensamientos y todo tu corazón. Mira como sus dos líneas recorren todo tu ser: de la frente al pecho, de un brazo al otro. Lo sentirás como un abrazo; te estrecha así; te consagra y te santifica todo entero: cuerpo y alma.
¿Por qué? Porque es el signo de la Redención.
Sobre la Cruz Jesús salvó a la humanidad entera; por ella santifica a todo el hombre, de raíz, hasta la última fibra de su ser. Por eso lo hacemos al comenzar nuestra oración, a fin de que, acallados los ruidos, ponga en orden nuestro mundo interior, unifique y concentre en Dios todo nuestro ser: nuestro pensamiento, nuestro corazón, nuestra voluntad. Después de la oración a fin de que permanezca en nosotros lo que Dios nos ha regalado.
En la tentación; para que nos fortalezca.
En el peligro, para que nos proteja.
Al bendecir, para que la plenitud de la vida divina penetre en el alma, fecunde y consagre todas sus potencias.
Piensa en ello cada vez que haces el signo de la Cruz. Entre los símbolos sagrados ninguno tan santo como éste. Hazlo bien, lento; amplio, con atención.
Entonces sí, este signo impregnará con su eficacia todo tu ser: tu interior, tu exterior, tus pensamientos y tus deseos, tu corazón y tus sentidos, todo; lo fortificará, lo signará, lo santificará por la fuerza de Cristo, en el nombre de Dios en Tres Personas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario