Centro de Profesionales de la Acción Católica "SANTO TOMÁS DE AQUINO" de Buenos Aires, Argentina.

4 de febrero de 2015

EL SEÑOR DE LA PACIENCIA: Iesu patientissime, miserere nobis!

Una de las devociones más arraigadas en España y América es el "Cristo de la paciencia y la humildad", cuya imagen presenta al Señor coronado de espinas y padeciendo las invectivas de sus verdugos en su Santa Pasión. 

Es una imagen espiritual de gran fuerza ascética.



El maravilloso retablo del altar lateral del Señor de la Paciencia,
Basílica del Pilar, Recoleta, Buenos Aires.



No hay hombre en el mundo sin tribulación, 
aunque sea Rey o Papa. 
Y ¿quién es el que está mejor? 
Ciertamente, el que, con paciencia, padece algo por Dios.

Tomas Kempis

Imitación de Cristo, I, 22, 3



y así encontrarán alivio para sus almas”

Mateo, 11,29.

LETANÍAS AL SEÑOR CRUCIFICADO
PARA ALCANZAR LA PACIENCIA
EN LAS AFLICCIONES
A cada súplica, se responde: 

"DAME UNA SANTA PACIENCIA, SEÑOR"

-Cuando juzgues oportuno someterme a la prueba de la tribulación,
-Cuando me vea agobiado por todas partes de apuros y contrariedades,
-Cuando me falte lo que más necesito,
-Cuando tenga que sufrir las inclemencias del tiempo, el rigor de las estaciones,
-Cuando sienta arder en mis miembros el fuego de la fiebre,
-Cuando me vea sumido en la enfermedad,
-Cuando deseara en vano para mis ojos desvelados un sueño reparador,
-Cuando el mal seque y consuma lentamente mi carne y mis huesos,
-Cuando vengan a llamar a mi puerta las aflicciones de cualquier clase que sean,
-Cuando interiores desolaciones tengan oscurecido y como anublado mi espíritu,
-Cuando me vea en peligro de ser vencido por la tentación,
-Cuando me vea precisado a reprimir la vivacidad de mi carácter,
-Cuando por excesivo abatimiento se me haga enojosa la vida,
-Cuando me vea hecho carga pesada para mi mismo y para los demás,
-Cuando no halle en torno de mí más que motivos de tristeza,
-Cuando me sienta impotente para todo bien,
-Cuando a pesar de mis esfuerzos, vuelva a caer en las mismas faltas,
-Cuando la sequedad interior parezca extinguir en mi todo fervoroso deseo,
-Cuando mil pensamientos importunos vengan a distraerme en la oración,
-Si permites que sufra contradicciones,
-Si permites que tenga que luchar con genios difíciles,
-Si permites que me humillen,
-Si permites que me contristen,
-Si permites que me abandonen mis amigos,
-Si permites que sea víctima de la injusticia.
-Si permites que me persiga la calumnia,
-Si permites que me vuelvan mal por bien,
-Si permites que me hieran con insultantes palabras,
ORACIÓN

¡Oh Dios mío, que has dispuesto que la salvación sea alcanzada por medio de los sufrimientos y de la Cruz!
Ayúdame a soportar los míos con el espíritu de paciencia, que nos enseñó con su santa vida tu unigénito Hijo Jesucristo.
Y que, en todas nuestras aflicciones, ya del alma, ya del cuerpo, repitamos con fe firme las palabras que te dirigió Él en su dolorosa agonía. "Padre mío, no se haga mi voluntad, sino la vuestra!" Amen.


Detalle de la imagen procesional del Señor de la Paciencia y la Humilidad 
de la Cofradía de la Santa Cena de Sevilla, España


Iesu patientissime,
miserere nobis!


                       

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