Centro de Profesionales de la Acción Católica "SANTO TOMÁS DE AQUINO" de Buenos Aires, Argentina.

22 de febrero de 2015

ARTE CRISTIANO: NOÉ Y EL DILUVIO

NOÉ Y EL DILUVIO UNIVERSAL:
el número “8”


Una de las magníficas obras de arte del siglo XVI son las llamadas PUERTAS DEL PARAÍSO en el Baptisterio de Florencia.


Siguiendo una tradición del renacimiento, el Baptisterio está fuera del templo y, en este caso, se encuentra ubicada frente a la catedral de Florencia de Santa María del Fiore. Es obra del escultor y orfebre italiano Lorenzo Ghiberti quien la comenzó en 1425 y la finalizó en 1452.




Esta puerta, de bronce, tiene varios paneles con representaciones de hechos bíblicos, que aluden al Bautismo.

La puerta tiene dos batientes. Sus dimensiones son 5,20 metros de altura, 3,10 de ancho y 11 centímetros de grosor, el conjunto pesa ocho toneladas.

Las puertas se componen de 10 escenas del Antiguo Testamento por cada batiente:

·        Adán y Eva,
·        Caín y Abel,
·        Noé,
·        Abraham,
·        Isaac, Esaú y Jacob,
·        José,
·        Moisés,
·        Josué,
·        David y Goliat
·        Salomón con la reina de Saba

Cada escena se ha trabajado en bronce y se encuentra dorada a la hoja. En las Puertas del Paraíso se puede apreciar el alto, medio y bajo relieve con el que Ghiberti consigue sensaciones de profundidad y corporeidad en los objetos y personajes, además de sombras y perspectiva. Las puertas están hechas de bronce dorado.

En la foto de abajo se observa la parte del panel que muestra a Noé saliendo del Arca, al concluir el Diluvio.



Curiosamente el Arca tiene forma de pirámide (!). El artista del renacimiento sigue así una tradición casi olvidada de Orígenes, Padre de la Iglesia, que en su libro "Contra Celso" IV,41, afirmaba que ésta era la forma de la nave de Noé. En realidad toda una metáfora geométrica de la Iglesia y el Cosmos...

Refiere a la conclusión del Diluvio: por la puerta de abajo salen los ocho navegantes (Noé, su esposa, sus tres hijos y tres nueras), por la ventana de arriba salen las aves. Dios aparece nimbado por el Arco Iris.

El número “8” es símbolo de la Resurrección (“… el octavo día) y del don del Bautismo.

Ese número está nombrado en la Primera Carta del apóstol San Pedro que se lee en este primer domingo de Cuaresma:

“Cristo murió una vez por nuestros pecados -siendo justo, padeció por los injustos- para llevarnos a Dios. Entregado a la muerte en su carne, fue vivificado en el Espíritu. Y entonces fue a hacer su anuncio a los espíritus que estaban prisioneros, a los que se resistieron a creer cuando Dios esperaba pacientemente, en los días en que Noé construía el arca. En ella, unos pocos -ocho en total- se salvaron a través del agua. Todo esto es figura del bautismo”.

1 Pe 3, 18-19


Además, para los antiguos, los hijos de Noé (Sem, Cam y Jafet) son los padres de las tres razas identificadas con los tres continentes conocidos de la época, de manera que los cristianos siempre vimos esto como imagen de la universalidad del Don del Bautismo.


Por encima de las puertas, una escultura representa el Bautismo de Jesucristo en el río Jordán.



(Agradecemos la aportación del Padre Alexis Louvet)

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