Centro de Profesionales de la Acción Católica "SANTO TOMÁS DE AQUINO" de Buenos Aires, Argentina.

23 de noviembre de 2014

EN CRISTO REY - SEPTENARIO (VI y VII) EL AMOR Y LA PAZ


El amor y la paz son palabras que se usan muy a menudo, 
pero que muchas veces no tienen la referencia que es necesaria. 
Ambos términos proceden de Dios, 
y es Jesucristo quien nos ofrece el amor de Dios y su Paz. 
Por eso pedimos en el Padrenuestro: 
VENGA A NOSOTROS TU REINO, 
el Reino de Dios, que es verdad y vida, santidad y gracia, justicia, amor y paz.

REINO DEL AMOR Y LA PAZ


EL AMOR DE DIOS

El Verbo se encarnó para que nosotros conociésemos así el amor de Dios: "En esto se manifestó el amor que Dios nos tiene: en que Dios envió al mundo a su Hijo único para que vivamos por medio de Él" (1 Jn 4, 9). "Porque tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo único, para que todo el que crea en él no perezca, sino que tenga vida eterna" (Jn 3, 16). (Catecismo de la Iglesia Católica, 458)



LA PAZ, que procede de Dios


DE SAN JUAN PABLO II



"¡Hombres y mujeres del tercer milenio! Dejadme que os repita: ¡abrid el corazón a Cristo crucificado y resucitado, que viene ofreciendo la paz! Donde entra Cristo resucitado, con Él entra la verdadera paz". 

"Nosotros los cristianos, en particular, estamos llamados a ser centinelas de la paz, en los lugares donde vivimos y trabajamos; es decir, se nos pide que vigilemos para que las conciencias no cedan a la tentación del egoísmo, de la mentira y de la violencia".

"La verdad es fundamento de la paz: cuando cada individuo tome conciencia rectamente, más que de los propios derechos, también de los propios deberes con los otros".

“Por eso América: si quieres la paz trabaja por la justicias. Si quieres la justicia defiende la vida. Si quieres la vida, abraza la verdad, la verdad revelada por Dios”.



DE BENEDICTO XVI



“Para llegar a ser un auténtico trabajador por la paz, es indispensable cuidar la dimensión trascendente y el diálogo constante con Dios, Padre misericordioso, mediante el cual se implora la redención que su Hijo Unigénito nos ha conquistado. Así podrá el hombre vencer ese germen de oscuridad y de negación de la paz que es el pecado en todas sus formas: el egoísmo y la violencia, la codicia y el deseo de poder y dominación, la intolerancia, el odio y las estructuras injustas”

“Es necesario proponer y promover una pedagogía de la paz. Ésta pide una rica vida interior, claros y válidos referentes morales, actitudes y estilos de vida apropiados”.


Que la Paz de Dios, que supera todo lo que podemos anhelar, custodie nuestros corazones y nuestros pensamientos en el conocimiento del amor de Dios y de su Hijo, Jesucristo. (de la bendición de Vísperas)


Recuerda que es tu deber trabajar por la restauración de la PAZ DE CRISTO EN EL REINO DE CRISTO (de la fórmula de entrega del distintivo de la Acción Católica Argentina)





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