Centro de Profesionales de la Acción Católica "SANTO TOMÁS DE AQUINO" de Buenos Aires, Argentina.

27 de diciembre de 2014

SAN JUAN, APÓSTOL Y EVANGELISTA (II)

SAN JUAN, el discípulo amado (II)

“Uno de ellos –el discípulo al que Jesús amaba– estaba reclinado muy cerca de Jesús” (Jn. 13,25)




Según la tradición, Juan es "el discípulo predilecto", que en el cuarto Evangelio se describe a sí mismo con este título: “el discípulo que Jesús amaba”.

Hay muchos pasajes del Evangelio que relatan esta cercanía con el Maestro, y su relevancia en el Colegio Apostólico.

Entre ellos, es de destacar que:

1) se recuesta sobre el pecho del Maestro durante la última Cena (cf. Jn 13, 25),

2) se encuentra al pie de la cruz junto a la Madre de Jesús (cf. Jn 19, 25)

3) Es testigo tanto de la tumba vacía como de la presencia del Resucitado (cf. Jn 20, 2; 21, 7). 

El Himno de Laudes de su Fiesta lo dice con bellas palabras:


Tú que revelaste a Juan
tus altísimos decretos
y los íntimos secretos
de hechos que sucederán,
haz que yo logre entender
cuanto Juan ha contado.
Déjame, Señor, poner
mi cabeza en tu costado.

Tú que en la cena le abriste
la puerta del corazón,
y en la transfiguración
junto a ti lo condujiste,
permíteme penetrar
en tu misterio sagrado.
Déjame, Señor, posar
mi cabeza en tu costado.

Tú que en el monte Calvario
entre tus manos dejaste
el más santo relicario:
la carne donde habitaste;
tú que le dejaste ser
el hijo bien adoptado.
Déjame, Señor, poner
mi cabeza en tu costado.

Y tú, Juan, que a tanto amor
con amor correspondiste
y la vida entera diste
por tu Dios y tu Señor,
enséñame a caminar
por donde tú has caminado.
Enséñame a colocar
la cabeza en su costado. Amén

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