Centro de Profesionales de la Acción Católica "SANTO TOMÁS DE AQUINO" de Buenos Aires, Argentina.

22 de diciembre de 2014

SACRAMENTALES: EL AGUA BENDITA

QUE EL AGUA VIVA
NOS SIRVA DE SALVACIÓN


Santa Teresa de Ávila, doctora de la Iglesia, tenía una gran veneración a la eficacia del agua bendita. Ella personalmente la usaba para expulsar al demonio y repeler las tentaciones. “Sé por propia experiencia que no hay nada mejor que el agua bendita para expulsar al demonio de nuestro lado”.

El agua bendita 
es uno de los sacramentales de la Iglesia Católica.


Hisopo, antiguamente llamado "asperges" 
y balde, también llamado "acetre"


Recordemos que los sacramentales se diferencian claramente de los sacramentos:

1.   Los sacramentos producen efecto por su propia virtud (ex opere operato)… los sacramentales, sólo por la devoción del que los recibe (ex opere operantis).

2.   Los sacramentos contienen y confieren la gracia habitual o santificante… los sacramentales nos alcanzan tan sólo gracias actuales.

3.   Sólo Cristo puede instituir e instituyó de hecho los sacramentos… los sacramentales, en cambio, han sido instituidos por la Iglesia.

4.   Los sacramentos son necesarios para la salvación… los sacramentales, no.

5.   Los sacramentos son siete y nada más que siete, como definió el Concilio de Trento: bautismo, confirmación, penitencia, eucaristía, unción de enfermos, orden sacerdotal y matrimonio.

6.   Los sacramentales son muchísimos. Ejemplo: letanías, aspersión con agua bendita, limosnas, bendiciones, pan bendito, bendiciones de casas, campos, coches, exorcismos…

En general los sacramentales dignamente recibidos producen los siguientes efectos

1.   Obtienen las gracias actuales con especial eficacia por la intervención de la Iglesia (ex opere operantis Ecclesiae).

2.   Perdonan los pecados veniales por vía de impetración (ex opere operantis), en cuanto que por las buenas obras que hacen practicar y por la virtud de las oraciones de la Iglesia excitan en el sujeto sentimientos de contrición y actos de caridad.

3.   A veces perdonan toda o parte de la pena temporal debida por los pecados pasados, en virtud de las indulgencias que suelen acompañar al uso de los sacramentales (v.gr., del agua bendita).

4.   Nos obtienen gracias temporales si son convenientes para nuestra salvación (v.gr., la salud corporal, defensa contra las tempestades, etc.)


Tipo de pila con agua bendita que solía estar en las puertas de las habitaciones de las casas.


Respecto al agua bendita. ¿Cuáles son sus principales efectos?

Si uno se santigua con agua bendita con devoción, ello produce tres efectos: Atrae la gracia divina, purifica el alma y aleja al demonio.

1.   El gesto de santiguarse con agua bendita, nos trae gracias divinas por la oración de la Iglesia. La Iglesia ha orado sobre esa agua con el poder de la Cruz de Cristo. El poder sacerdotal ha dejado una influencia sobre esa agua.

2.   Al mismo tiempo purifica parte de nuestros pecados, tanto los veniales como el reato que quede en nuestra alma.

3.   El tercer poder del agua bendita es alejar al demonio. El demonio puede entrar perfectamente en una iglesia, sus muros no le contienen, el suelo sagrado no le refrena; sin embargo el agua bendita sí que le aleja. Aunque nosotros “con los ojos del cuerpo”, no podamos ver la Cruz que forma el agua bendita en nuestro cuerpo al santiguarnos, el demonio sí que la ve. Para él esa Cruz es de fuego, es como una coraza que no puede traspasar.


Para bendecir el agua hay una oración especial.

C. Nuestra ayuda está en el Nombre del Señor.
P. Que hizo el cielo y la tierra.

C. El Señor esté con vosotros.
P. y con tu espíritu.

C. Oremos.


Señor, Dios todopoderoso,
que eres la fuente y el principio
de la vida del cuerpo y del espíritu,
dígnate bendecir  esta agua
que vamos a utilizar con fe
para implorar el perdón de nuestros pecados
y para alcanzar la protección de tu gracia
contra todas las enfermedades
y asechanzas del enemigo.

Concédenos, Señor,
por medio de tu misericordia,
que el agua viva nos sirva siempre de salvación,
para que podamos acercarnos a Ti
con un corazón limpio
y evitemos todo mal de alma y cuerpo.
Por Jesucristo nuestro Señor.

R.
Amén.

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